Te encontré sin decreto de urgencia,
Sin ley promulgada ni menester de interés.
La libertad me juraba ventura,
Y mis días atemporales me afirmaron tregua.
Ocasiones de temor y mimo
Me dieron aviso de ti.
Que quizá tú anhelabas también,
Aquella calma de mar y seguridad de amar.
No te creo en tu corteza de huraño,
Huyendo de la gente,
Vedar a confiar tus sonrisas
Temiendo salir herido.
Dime si serás tan injusto
Por lapso inconcreto,
Hasta que te canses de ti
Y de tu maraña de amor.
Tal vez cuando descubras al fin,
Que no soy una niña,
pues obro con reflexión y advertencia
cada día de esta inexorable y vida mía.
Me pregunto si ansías igual que yo
darme un momento, un “quizá”,
más allá de tu rencor…
Antes, recuerda que ella no soy yo.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
yo quisiera entender lo que escribir, pero es imposible.
quiero un link mi blog, por ahi. en algun lado
Publicar un comentario