Me pareció haber oído un susurro, de seguro se lo llevó el viento.
Apuesto que la lluvia, lo robó al silencio.
Daría lo que sea para que el silencio jugara conmigo,
se animara a enfrentarme y devolverme eso que es tan mío.
El cielo se nubla, no más nubes para contar, ni dibujos azules para descifrar.
Solo espero, solo vivo un poco o tal vez algo más...
Aunque sea dejo asombrarme por la tormenta, por el grisáceo del cielo,
que se vuelve tan maravilloso aún cuando no estoy.
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