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No quiero aprender a descubrirte, ni mirarte sin verte, mientras cada día, sin excusa, me atrevo a quererte.
En las cosas que temo aprender siempre estás vos con tu linda dificultad para despertarte y tu voz de muchacho galante.
No quiero jurarte lo que no puedo, pero sí te prometo, que quiero una de tus sonrisas tan sólo un momento.

Como por arte de magia

Le doy a esta mentira apariencia de verdad y se convierte con el tiempo, en razón de cartapacio; pues la llevo ya estudiada sin venir al caso.
Si se presenta una duda vuelvo al lugar donde nació, le concedo lo que dice y más de alguna vez, me encontró fuera de razón, tan excesiva como lo estoy hoy.
Me esfuerzo en conseguir agua de ángeles, esa perfumada con diversas flores, mientras intento ser cuidada por alguien más.
Juro que no soy obsesiva, pues la perturbación anímica que cargo no es producida por una sola idea fija…más bien dos o tres.
Me encuentro varada en esta ribera de soledad a causa del ahínco de tenerte, de quererte, más asumo con responsabilidad mi gotita de ingenuidad.

Ich weiß nun nicht

Ein grauer Winters Tag habe ich ein Zauberer,
das schönste Lacheln, und die magische Augen kennen gelernt.
Mit Angst und Aufregung, deren schünurte mir die Kehle zu,
habe ich zu viele Fragen eingelegt und nur eins konnte ich beantworten.

Ich weiß nun nicht warum du so traumhaft bist...

Ich weiß noch nicht was die Menschheit für mich gemacht hat,
aber sonst, was ein Erdenbürger konnte auf meinen Herz und
meinen Verstand verwandelt.

Ich weiß nun nicht warum du so wünderschön bist...

Allzeit fühle ich so voll, dass du zu mir gehört,
dass du mit mir deinem schönen Träumen errichtest.
Was könnte ich noch ausbitten?

Ich weiß nun nicht warum du so herrlich bist...

Ich gefiel deinen Händen wenn ich dir begrüßt habe,
und auf deine Gesellschaft um zu genießen wenn es zu kalt war...
Auch die Möglichkeit 'Verziehung' mit einem Paar Kussen, dir zu sagen.
Jetz finde ich der Grund von dem habe ich zu lange erwartet und gehaßt.

Ich weiß nun nicht warum du so unglaublich bist...

Trozdem ich oft sitze herum, während du so weit bist,
finde ich dass dir "Mein Schatz" zu sagen ist alles was ganz notwendig für mich ist.

Wenn es nötig sein wird, werde ich auch wie durch Zauberei dich hier bringen.
Und die ganze Liebe wird uns in Zucker verwandeln bis wir Karamell sind.

Ich weiß noch nicht warum du so traumhaft, wünderschön,
herrlich und unglaublich bist, aber...
Was ich eigentlich verstehe ist dass du zu mir, die wahre Liebschaft
und das authentisches Glückgefühl,im eigentlichen Sinn des Wortes,gebracht hast.

- Ohne Titel -


Ich will mit einhundert Verben was ich für dich noch fühle sagen.

Du achts fast immer was ich meine, und du hast die richtige Wörte um mir zu erfreuen.
Wenn du meine gekünstelten Fragen antwortest, du machts mir nur besser zu sein schaffen.
Ich kann nicht mit Leichtigkeit ohne dich atmen. Der Luft bekamm sehr schwer.
Ich habe eine neue Weise aufzuwachen gelernt...immer an dich denken.
Ich könnte dir beschwören dass ich noch Mal dich aussuche.
Ich brauche alle schönen Wörte von alle Sprache die bestehen, um dich was du für mich bedeutest zu sagen.
Ich bete jeder Nacht nicht nur für dich sondern für uns und unsere fantastiche Zukunft.
Wenn ich unsere Geschichte erzählt, glaube ich eine ausgezeichnete Roman ist.
Ich gehört zu dir, und du gehörst zu mir. Wir funktionert zusamenn und es ist für immer.
Ich höre noch deine Stimme, sie ist bei mir überall ich bin.
Du klingelst noch um drei Uhr jeden Tag und findest mich mit eine große Lächeln.
Ich kann wieder dir beschwören dass wenn du mich küssen, das Leben zu mir bringst.
„Lieben“ ist alles suzamen machen, lernen, schaffen, wünschen, träumen, sagen...
Es ist alles was ich mit dir und du mit mir tun.
Du bist der schönste Person dass ich in mein ganzes Leben gesehen und gefühlt habe.

- Sin título -

Me pareció haber oído un susurro, de seguro se lo llevó el viento.
Apuesto que la lluvia, lo robó al silencio.
Daría lo que sea para que el silencio jugara conmigo,
se animara a enfrentarme y devolverme eso que es tan mío.
El cielo se nubla, no más nubes para contar, ni dibujos azules para descifrar.
Solo espero, solo vivo un poco o tal vez algo más...
Aunque sea dejo asombrarme por la tormenta, por el grisáceo del cielo,
que se vuelve tan maravilloso aún cuando no estoy.

Congelando momentos

Juego desde un día de enero a congelar momentos.
Esos que tienen hermosos recuerdos, esos que hacen escapar una lágrima de felicidad.
Esos en los que estabas tan cerca, en los que vos jugabas a crecer conmigo.
¿Jugábamos? ¿Era un juego? Sí lo era y lo sigue siendo.
Las reglas cambiaron, pero solo algunas.
Todavía está prohibido mentir, y sigue ganando quién más ama.
Un juego incierto al principio, con muchas dudas, pero no una.
Nunca dudé y vos tampoco, del color de nuestros ojos, del tamaño de nuestras pupilas,
de saber leer pensamientos y más aún miedos.
Un juego de celos, de “si” y de “no”, de “por siempre” y de “jamás”.
Donde lo importante no era, ni es, llegar a una meta puntual,
pues siempre encontramos más.
Sino de crecer juntos, de reír y llorar, de tomarnos de la mano y ser uno en cada lugar. Sencillamente congelo momentos hasta el día que yo vuelva a vos y me asegure de decirte una vez más lo que sos para mí.
Que no existe en este mundo ojos que me dejen tan maravillada, ni voz que me calme más.
Un juego de nunca acabar, un juego por el que doy todo, doy mi vida y cada uno de mis sentidos. Un juego que no se forma de a dos, sino de dos que son uno.
Un juego en que las palabras son importantes y los mimos y los besos, las miradas y los gestos, las promesas y los sueños…

Mis ganas

Tengo ganas de mecerme en un columpio
Pero más ganas tengo, de que estés tu conmigo.
Tomarme de tu cuello y llegar al cielo.
Sentarme en una nube y volar con los gorriones.
Agarrar tu mano y dejarme llevar a donde sea que tú vayas.
Lucir un vestido de organza blanca y jugar
A las escondidas, tu y yo entre las estrellas del firmamento.
Posarnos en un arco iris para que yo pueda finalmente descifrar
Los hermosos colores de tu alma.
Creeme que si subimos juntos a un columpio
Llegaremos sin darnos cuenta al cielo,
Volando entre nubes y aves sintiendo el dulce aroma del sosiego.

Una antigua casa de Praga

Morada con millones de recuerdos
Amores olvidados
Y caballeros aún no derrotados.
Ventanita por la que apuesto
Alguna muchachita impaciente
Se habrá asomado a esperarlo.
Por la que alguna viejita habrá visto
Una y mil veces esconderse el sol.
Por la que algún enamorado habrá
Contado las estrellas cada noche
Sin poderse dormir.
Por la que mujer de familia habrá
Sacudido las migajas del mantel de cada día.
Y un soñador niño habrá arrojado
Avioncitos de papel imaginando

que volaba al espacio.

Tal vez Dios se equivoque

Tomé lo que era mío, Dios me lo había dado, ¿cómo dejarlo escapar? ¿Quién va a discutirme que fue un ángel que se apropió de mi vida?.
Fue él quien puso nombres a mis sonrisas y contó los latidos de mi corazón.
Me hacía volar tanto como el día de hoy. Juro que tiene alas, yo las vi naciendo hermosas de su espalda.
Existió un momento en que no quise ver. Como una mortal tenía miedo…miedo de morir.
Me había equivocado tantas veces pero sabía que era él. El era mi vida e iba a hacerme feliz..
A su lado el tiempo se estancaba en el olvido, porque él lo ocupaba todo con su luz.
Le encanta ver cómo cambia mi rostro cuando él habla. Soy como cerámica, el me moldea así como ayuda a trazar una línea en el suelo de mi vida.
Me pregunto Dios si no te has equivocado. Me dejaste aquí un ángel… Un ángel de besos de cielo, de esos que cambian de color y se tiñen de azules y rosados o naranjas en atardeceres, llegan a ser rojos y vuelven a convertirse en besos de aire para nacer una y otra vez..
Un ángel de palabras llenas de magia como si fuesen sacadas de un cuento de hadas y otros más…
Que se acercó con cierto temor y se entregó por completo en una aventura sin fin.
Tallémonos el corazón si es posible, para permanecer unidos a través del tiempo y cuando caminemos me sientas como hoy…
Escribamos en nuestros dedos cada deseo y que se lean a través del tacto y que solo interpretemos un ángel y yo.
Sonríe una vez más para que esos ojos vuelvan a brillar.
Sonrisa indescriptible me hace creer que esto no es cierto. Dime que sí. Que dejé de ser una soñadora y que allí está él.
Que existe esa promesa de amor, de volver y volvernos a amar.
Me pregunto Dios, sino te has equivocado y mandaste un ángel para enamorarme.

- Sin título -

Hoy también deseo escribir sobre vos,
Porque el aire sigue húmedo,
Porque mis pies fríos te extrañan,
Ya no hay lágrimas que te nombren…
Solo son anhelos escritos en sueños de colores,
En frases repletas de poesía,
En sonrisas que no son repetidas.

Si mis ojos pudieran mostrarte una vez más,
Que el aura se transforma cuando tú estas,
Entonces estaría en lo cierto, de que te quiero
Cada vez más y más.

Hay tantas cosas que contarte,
siempre hay algo que me anima
a revelarte las verdades que se esconden.
Se esconden, ¿no te dije?.
Escapan del tiempo, porque el tiempo las cansa.
Se enrollan en mis manos, se protegen y viven
Y crecen para llegar a vos cuando sea,
Nada más y nada menos que perfecto.

Hay detalles que me explican tu ausencia,
Hay sonidos que me muestran tu presencia,
Sigue habiendo un ser extrovertido,
De mirada infinita que toca el alma,
Que desata tempestades y pasiones
Que alejaría hasta mis más fuertes temores.

Si mi ser hablara por completo,
Si dijera todo lo que yo siento…

Fue amor

Quizá me ayude a mejorar ver que el tiempo se lo lleva el viento.
Lo traen las mareas y tu recuerdo.
Quizá sea hora de mirar hacia adelante,

alquilar un barco que me alcance a mis antiguas sonrisas,
a mi voz de niña.
Tal vez este llanto esté lleno de objetos preciosos que

me harán millonaria en la alegría de la vida.
O quizá solo sean imaginaciones locas mías.
Me puedo alejar más todavía, pero sé muy bien cuánto puedo acércame a vos…
Hubo momentos en que éramos uno,

así como dicen las canciones que a veces nadie quiere escuchar;
Porque gustan, porque intimidan, porque dicen esas cosas tan…
Que me falten las palabras ya no es, ni más ni menos que costumbre.
No voy a dejar de decirte esas cosas maravillosas que de verdad existen.
Las trajiste contigo en diferentes ocasiones,

tal vez sin querer, tal vez sin pensar.
Porque sé que puedo mirarte sin cansarme de verte,

sin agotarme jamás de explorarte.
Porque sé que hay siempre algo más que conocer de ti.

Sino es conocer, entonces, es jugar a descubrir o florecer.
Si te digo que me encanta verte concentrado,

cuando tus ojitos brillan y tus dedos juegan…
Sería poco, no sería cómo lo siento.
Si te cuento entonces que me cambias el mundo

cuando suspiras y me miras entre sonrisas…
No sería real, no sería exacto.
Si agrego que puedo sonreír sin nada más,

que puedo reír hasta llorar y llorar hasta reír solo por ti,
Entonces todavía no sería igual a cómo siento.
En lo abstracto y absurdo de la complejidad

de intentar decirte con palabras cómo me siento,
me doy cuenta, una vez más, que bien sabes cómo es quererte con el alma entera,
cada noche y cada día.

Musa

Pensando en mi regreso,
¿A quién le importará ver un ángel de la noche y un ángel del día?
Cuando con la nieve se esfume y se pierda,
cuando la musa se despierta y dicen que vuela.
Que es una mujer que camina, y que no basta
ser poeta de corazón para enamorarla.
Por si no la vuelvo a ver, dicen,
le diré ahora "te quiero tanto".
Una canción, o diez o millones le han escrito,
como yo, pensándote, ellos a ella.
Le han puesto nombres, como Romina y María,
como Julia y Magdalena.
Con brazos de sol la han confundido,
mientras aquí otro domingo sin sol
en la sombra del agua se refleja con fuerza.
Hay algo que te quiero decir, comienzan todos
con un miedo indescriptible, que amarte así es,
desesperante, que después de ti, se acaba mi mundo
y comienzan mis penas.
No hace falta que lo digas, que tú lo digas, pues tu "no"
me destrozaría.
No sé vivir sin ti, lloran muchos mientras en árboles,
hombres sin salida tallan en un árbol un simple "te extraño".
Yo nunca me iré de aquí, juró uno, pues pensándote,
amiga mía, he aprendido el color de la vida.
Aprendiz de tu luz, de tu risa soy
porque aquello que me diste, no ha dejado solo
un corazón partio, en pedazos.
Porque aprendí a transformarme, cuando nadie me ve,
cuando nadie se atreve a molestarme,
en un alma que va al aire para intentar alcanzarte.
Eres mía, aunque todos te deseen,
pues yo...qué no te daría yo? si cuando tu me miras
siempre es de noche, pero se hace el día.
Te pediría, si volvieras, que toques para mí,
esa música de tu voz...
Ella solitaria, como siempre lo fue, y yo sin ti.
Dime qué es lo que siente tu corazón,
tan misterioso, tan lleno de matiz.

Desarreglo en mi

Te encontré sin decreto de urgencia,
Sin ley promulgada ni menester de interés.
La libertad me juraba ventura,
Y mis días atemporales me afirmaron tregua.

Ocasiones de temor y mimo
Me dieron aviso de ti.
Que quizá tú anhelabas también,
Aquella calma de mar y seguridad de amar.

No te creo en tu corteza de huraño,
Huyendo de la gente,
Vedar a confiar tus sonrisas
Temiendo salir herido.

Dime si serás tan injusto
Por lapso inconcreto,
Hasta que te canses de ti
Y de tu maraña de amor.

Tal vez cuando descubras al fin,
Que no soy una niña,
pues obro con reflexión y advertencia
cada día de esta inexorable y vida mía.

Me pregunto si ansías igual que yo
darme un momento, un “quizá”,
más allá de tu rencor…
Antes, recuerda que ella no soy yo.

Confusión

A veces, admito, que la miro con recelo,
A esa sombra, que intenta parecerse a ti,
Incluso robándote la voz y la sonrisa.
Se apiada de mi risa, entre divertida y confundida,
Y ahí, con esfuerzo me toma por completo,
Y me hace suya con el pasar del absurdo momento.

Entre noche y día, que el sol huye y la luna nace,
Aparece sin faltar a mi cita, con tu hermosa camisa,
Con tu pelo alborotado, y tus ganas cotidianas.
Lo confundo, a el por ti, sin darme cuenta
Que no es más que tu recuerdo.

Por que es casi exacto mientras no entre el tacto.
Porque también suspira y se ríe,
Pues porque huele a ti y a tus caprichos,
A tus bromas, a tus frases, a tu facilidad para dormirte
Acurrucado en mi cama, casi cada tarde.

Estás tan en mí, que te veo y te siento,
Porque ocupas todos mis momentos,
Porque comparto contigo mi vida,
Incluso cuando no estás aquí tomado de mi mano.

Será tal vez porque pudiste construir un castillo
Muy dentro mío...
Donde no llega nadie, donde tu sólo habitas.
En dónde sé, aunque no me lo digas,
Que guardas tesoros en esa guarida,
Sin pedirme permiso, porque es al fin y al cabo
Más tuya que mía.

Una mansión dentro de mi alma,
Que te ha costado unos cuantos besos,
Unas ilusiones, unas peleas,

Y miles de secretos...

Porque eres tú, ni tú sombra ni tu recuerdo,
El dueño de mis deseos.

Pues pensaba

Pensaba acostarme, con la absurda idea de encontrar allí algo más verdadero que el avaro intento de creer.

Una cama tan fría, tan vacía, con un sueño casi imposible de conciliar, para qué me pregunto, ¿para qué?

No es fácil, yo lo sé, dejarte ir y quedarme aquí a la espera de lo inevitablemente inesperado; la maldita soledad.

Mientras el tiempo pasa el reloj de arena se estanca en su pequeña y lustrada casita de madera diciéndome lentamente “Lo siento, se fue”.

Se ha ido o se irá. Muy bien sé qué es lo que vendrá.

Un mundo de preocupaciones, de miedos a lidiar, frente a unos días sin sol y noches sin estrellas que contar.

La escarcha será tan verdadera, que no dejará pasar la luz a través de la empedrada acera.

Me consuela que cada mañana yo vea desde mi ventana qué frío está el aire, sin ti amor, sin ti amiga…

Tendré antojos insaciables y sufriré el hastío de un presente poblado de auténticos fastidios.

Harán su presencia inagotable, cafés irremediables de aflicciones casi permanentes.

Algunos se deleitan con melodías, ritmos y armonías o bien caminan sin rumbo fijo cuando se manifiestan esas penas.

¿Qué hago yo, si todo me hace acordar a vos? Si salgo y sé que el invierno me tomaría por sorpresa y me dejaría a la deriva con un frío tan maligno.

Ni siquiera escribiría, pues ves como quedan esos textos llenos de gamas de cándidos colores, tan pobres, tan vagos…tan faltos de motivos.

Pues pensaba, creo que demasiado de más…

Una forma gris

Una foto gris, un recuerdo, un pasado, un camino.
Así crecí, cuestionándome las cosas a cada paso. Viendo a mi alrededor a través de miradas distintas, de sueños, de esperanzas.
Se me llenó la vida de sorpresas, de sustos, de miedos, de alegrías, y en eso me di cuenta que ya dejaba el jardín. Aprendía a leer, y me cuestionaba más. ¿Por qué me gustaban los acentos en las palabras? ¿Por qué me gustaba escucharme leer en voz alta? Será tal vez porque las veía hermosas, porque descubría que con ellas se plasmaban sentimientos, que la gente los dejaba escritos para que quedaran en el recuerdo de alguien que sin pensarlo abriendo un cajón abandonado los encontraba.

En mi camino me vi entrando a primer grado…guardapolvo blanco, trencitas y mochila nueva. Una experiencia distinta, algo iba a cambiar. Mucha interacción con otras personitas como yo, con tantas dudas y tanta vida como la mía. Ahora estaba en mí decir, ¿Querés ser mi amiga?

No lloraba para esa época, solamente cuando mamá me retaba o Luli me pegaba. La vida era fácil, lo único complicado era aprender las tablas.
Jugaba como los demás, ganaba en algunos juegos y perdía en otros. Bien recuerdo que siempre tenía una amiga que me ayudaba en los que más me costaban.

Un día al llegar a la cuenta, noté que ya había vivido una década y un poquito más. Y a medida de que el tiempo pasaba, mi vida y la de la gente que quería se complicaba un poquito más. Mis problemas eran como los de los chicos de mi edad. Tener un diario íntimo y buscar un lugar secreto para que nadie lo encontrara. Aunque yo, recuerdo muy bien, era la única que lo usaba como organizador para contarle cosas a mis amigas. Nunca los escondí de ellas, porque ellas sabían todo de mí.

Unos años después, se instaló en mi una tormenta…un huracán incesable de preguntas, de miedos, de tristeza, de sufrimiento. Lloraba más que nunca. No me quería ir. ¿Por qué tenía que irme? ¿Qué había hecho yo? ¿Acaso Dios me estás castigando? Preguntaba mientras abrazaba la almohada y me ahogaba para no ser escuchada.

Fue el verano más nostálgico que tuve. Paseaba por mi lugar mirando cada detalle, cada árbol, respirando cada centímetro de aire. Sentía que iba a perder todos mis sentidos, que jamás iba a volver a ver. Sentía que perdía identidad, que me sacaban eso que era tan mío, que tanto amaba, que tanto necesitaba…me sacaban mi sitio, mi gente, mi infancia, mi felicidad.

Sobreviví los primeros meses fuera. Llorar era rutina y no me hacía más que gastar kilómetros de papel higiénico, no me hacía sentir mejor, pero el acostumbramiento me hacía pensar que sí. Debía llorar y nadie podía impedírmelo. Era lo único que nadie me podía negar ni quitar, mi pena y mis lágrimas.

En ese corto lapso, me llegó algo inesperado: compañía a montones. Pasé momentos hermosos, con gente de otro lugar, pero tan como yo a la vez. Aprendí de ellos, y aprendí de mi. Yo atravesaba un cambio y gracias a él, dejaba la niñez atrás. Crecía cada día, me fortalecía y daba gracias por el cambio. Tenía de los dos lados, gente que me quería, de mi lugar de origen y de mi lugar actual. ¿Necesitaba algo más?

En cuanto me sentía habituada, y empezaba a comprender que mi ser se dividía en dos, mi vida dio un giro repentino y todo cambió.
Yo me había formado en gran medida, sabía bien lo que quería, sabía bien qué deseaba ser yo, y cómo quería que me viesen los demás. Yo era diferente, y ahí noté que mucha gente se me fue…y a la vez yo la dejé ir.

Volví a tener dudas. ¿Está bien que sea así? ¿Está bien ser firme y no cambiar la esencia de mi forma de ser?

La vida tardó un tiempo en darme la respuesta y entre eso me vi arrastrada por el sufrimiento una vez más. Quería volver a casa…lo gritaba con el corazón y nadie me escuchó.

Me parece que Dios se apiadó de mí…me dio otra oportunidad. Me encontré de pronto con personas increíbles, pocas pero hermosas. Descubrí que ser yo misma en un lugar que no era el mío era más difícil de lo que yo había podido imaginar. Me resistí a cambiar. No iba a fumar, no iba a dejar mi seriedad en temas serios, ni iba a dejar mi sonrisa cuando me saliera de dentro. No iba a dejar de decir “Yo amo mi lugar y la gente que tengo allá” y no me avergüenza decirlo.

Y ahí me vi, rodeada de unas personitas que se mantenían firmes junto a mi en esa pequeña distancia física de tan solo 27 kilómetros, y que tenía unos amigos nuevos en ese lugar llamado “segunda casa”.

Entre etapa y etapa siempre fui igual con respecto a las inquietudes, dudas y los “¿por qué?”. Solo cambiaron la intensidad, los humores.
Hoy me preguntó por qué esto fue así. Porque vos y yo no vimos cómo venían las cosas, porque no distinguimos lo bueno de lo malo, porque no vimos lo verdaderamente importante y por qué no separamos bien el tiempo.
Gracias a Dios no me faltó ningún “te quiero”, ningún “gracias” y ningún “perdón” para nadie. Lo pensé todo muy bien antes de alejarme en espacio un poco más.


Con tanto

Con un alboroto indescriptible me encuentro,
causado, ni más ni menos,
por la desesperación inútil de regresar.

Con mis ojos llenos de lágrimas por el viento,
sonriendole a la gente como si por primera vez
yo pudiera entender esas cosas sin sentido.

Con una voz casi muda que grita sin que la escuchen,
pido y rezo lo que nunca creí llegar a pedir.
Mientras, recorriendo este camino que desié sin querer,
perdí tal vez...vi cómo el mundo es lo que es.

Cómo soy y cómo siento, tras el transcurso del tiempo.
Un tiempo, tal vez solo recortes de momentos,
que me abrieron estos ojos redondos haciéndolos
brillar y emocionarse, llorar y cerrarse.

Con la nostalgia de una vida tan joven,
con los sueños de un alma tan manceba,
he aprendido lo que vale y lo que se tira.

Es tanto lo que he recibido, que no cabe en palabras,
que no puede contenerse simplemente en la banal experiencia,

de los hechos mundanos que frecuenté en un lapso tan menguado.

Un sentimiento de vacío añejo.

Te echo la culpa de mi cielo estrellado
Rebalsado de ilusiones y anhelos.
De cada lágrima y recelo.
De mi soledad y mi deseo.
De este sentimiento tan amado y detestado
Contaría los minutos en los que pudiera soportar
Ver las cosas en su lugar,
En donde nacen y en dónde acaban.
Que ese tic toc deje de sonar
Y yo pueda contar, como antes, los besos que te daba.
Te echo la culpa de todo lo que me pasa.
De cada sonrisa y cada suspiro,
De mi tacita vacía y mis manos tan sin sentido.
De esta espera hermosa y la prisa de quererte.
Te diría tan dulcemente todo lo que podría lograr
Con solo volver a verte.
Que te quedes para siempre,
Que me nombres como quieras,
Pero que jamás me dejes.