Merci

Gracias por dejarme contemplarte
y tocarme con música y tus alas.
Gracias por acompañarme en un momento de nostalgia
e incomprensión.

Por mirarte en mi espejo
y oír sentada la belleza de tu arte.

Gracias por revolotear a ras de la tierra en mediodía
de tristeza por escalinatas mojadas de llanto.

Por hacerme comprender mi cabeza desordenada,

por cubrirme del cruel sol con tus alas
sin pedirme absolutamente nada.

¿Quién es el desolado ser que no cree en ángeles vestidos de humanos?


Texto inspirado del poema "Ángel de lluvia" de Carmen María Camacho.

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